"WHAT YOU SEE IS WHAT YOU GET"

dilluns, 12 de setembre del 2016

Quince días. Una historia de amor en veintiún días más otro de propina. (13)


Día trece. Las enfermeras y las trampas.

Mi enfermera solamente tiene un defecto, es joven, pero posee tres grandes cualidades, es inteligente, es sensible y es también bondadosa.

Así que ha entendido perfectamente el significado de mis lágrimas y mi desasosiego al pensar en Vincent y en su habitación deshabitada. Ha comprendido de una manera profunda el significado estético de la soledad, la nada y el vacío de un paisaje desolado.

“Las trampas necesitan un cebo, ¿cuál usas tú?”, le he preguntado cuando he presentido que iba a levantarse para irse.

- Yo no sé preparar trampas, ¿puede enseñarme usted?- me ha respondido apretando más fuertemente la mano que me asía.

- Serás una buena alumna- le he dicho al notar esa presión.

En realidad no puede saberse nunca qué piensa nadie, qué pasa por su cabeza. Siempre he creído que la vida de un hombre no debe de estar sometida a la influencia de los demás, ha de desarrollarse de manera independiente si quiere tener una existencia emancipada y libre. Creativa.

Un hombre debe vivir solo, la convivencia lo somete a la prole y al heroísmo cotidiano.

- ¿De verdad cree eso?- me ha preguntado- ¿seré realmente una buena alumna?

- Claro que lo serás, buena alumna sin duda, luego no sé.

- No me tome por lo que no soy.

- Sólo te tomo por una mujer curiosa, inteligente y perspicaz, ¿a quién necesitas engañar?, dime.

- Aparte de a mí misma a uno a quien amo.

- ¿Para qué?, ¿no lo amas lo suficiente?

- Es él el que no me ama igual.

- Si eso te importa es que no lo amas bastante ni bien.

- ¿Ni bien?

- Ni bien.

- Lo amo trece veces bien.


- Entonces te faltan dos para llegar a quince, con eso es suficiente, no es necesario acercarse a cien.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada